En el fondo me gusta cuando te enfadas porque te cojo la pasta de dientes, porque me pongo tus zapatillas o porque cuando estamos en la cama te acerco mis pies helados.
Voy a pedirte perdón una y mil veces por quitarte tu perfume, aun sabiendo que lo voy a seguir haciendo. Se que odias que deje la leche fuera de la nevera, que deje la puerta del microondas abierta o que toque el timbre como loca para sacarte de quicio. Por todas esas cosas, hoy, tengo que decirte que no tengo dudas al pensar que tenías que ser tú. Porque ninguna sonríe como tu, no conozco a nadie que me haga rabiar como tu lo haces, no existe nadie sobre la faz de la tierra que me haga sentir tan grande como me haces sentir tu.
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